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El Ryzen 3 3200G es un procesador de AMD de la arquitectura Zen+, que cuenta con 4 núcleos y 4 hilos. Con una frecuencia base de 3.6 GHz y un boost de hasta 4.0 GHz, incluye gráficos integrados Radeon Vega, lo que permite un rendimiento decente en gaming casual sin necesidad de una tarjeta gráfica dedicada. Es una opción ideal para sistemas de bajo costo y para usuarios que buscan eficiencia en tareas diarias y entretenimiento ligero.
El Ryzen 5 5500 es un procesador de seis núcleos y doce hilos de AMD, basado en la arquitectura Zen 3. Ofrece un rendimiento sólido para tareas de gaming y productividad, con una frecuencia base de 3.6 GHz y un boost de hasta 4.2 GHz. Compatible con el socket AM4, es ideal para configuraciones de gama media, ofreciendo una buena relación calidad-precio. Además, incluye gráficos integrados, lo que lo hace conveniente para sistemas sin tarjeta gráfica dedicada.
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El Ryzen 5 4600G es un procesador de AMD de la arquitectura Zen 2, que incluye gráficos integrados Radeon Vega. Con 6 núcleos y 12 hilos, ofrece una frecuencia base de 3.7 GHz y puede alcanzar hasta 4.2 GHz en modo turbo. Su capacidad de gráficos integrados permite un rendimiento decente en gaming y tareas multimedia sin necesidad de una tarjeta gráfica dedicada, lo que lo convierte en una opción ideal para sistemas de bajo costo y compactos.
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El Ryzen 3 5300G es un procesador de AMD de la arquitectura Zen 3, que cuenta con 4 núcleos y 8 hilos. Con una frecuencia base de 4.0 GHz y un boost de hasta 4.2 GHz, ofrece un rendimiento eficiente para tareas diarias y juegos ligeros. Sus gráficos integrados Radeon Vega permiten un buen rendimiento visual sin necesidad de una tarjeta gráfica dedicada, lo que lo convierte en una opción ideal para sistemas de bajo costo y compactos.
El Ryzen 7 5700G es un procesador de AMD que combina la arquitectura Zen 3 con gráficos integrados Radeon Vega. Con 8 núcleos y 16 hilos, tiene una frecuencia base de 3.8 GHz y puede alcanzar hasta 4.6 GHz en modo turbo. Su capacidad de gráficos integrados lo hace ideal para sistemas sin tarjeta gráfica dedicada, ofreciendo un buen rendimiento tanto en gaming casual como en tareas de productividad. Es una opción versátil para usuarios que buscan potencia y eficiencia en un solo chip.
